domingo, 27 de febrero de 2011

Target: Agente doble en Berlín


La verdad es que generalmente el cine de espías me da alergia y rehuyo prácticamente cualquier visionado de pelis de este género pero este film al estar protagonizado por dos de los actores de Hollywood que más admiro (Gene Hackman y Matt Dillon (durante su etapa de juventud, la más interesante de su carrera)) merecía una oportunidad. La pena es que ni sus dos estrellas protagonistas salvan al film del aburrimiento más absoluto.

Matt Dillon, Gene Hackman y Arthur Penn durante el rodaje

El film fue realizado por un Arthur Penn (director recientemente fallecido) en horas bajas (atrás quedaban títulos tan grandes como "La jauría humana") que ya había trabajado con Hackman en la célebre "La noche se mueve" y que tal vez pensó que repitiendo con el actor la cosa funcionaría a pesar del soso guión de la peli. La cosa trata de la típica familia norteamericana de clase media cuya madre es secuestrada durante un viaje a París. El padre y el hijo (que desde hace años se han ido distanciando el uno del otro) deciden ir a París en su busca descubriéndose que el padre contaba con un pasado como espía internacional que resulta ser el desencadenante de la situación.

En fin, casi dos horas larguísimas de metraje sin apenas alma y emoción, cargado de tópicos y golpes de efecto bastante trillados para terminar dándonos a entender que todo lo que hemos visto ha servido para unir de nuevo a la familia protagonista (viva el american way of life!). Por otra parte tenemos a un Dillon que se queda pequeño ante Hackman (y no por falta de talento sino probablemente porque el personaje no daba para más), y a un Hackman no tan grande como era habitual. Posiblemente lo mejor del film sea la presencia de Ilona Grübel interpretando a la zorrupia que seduce a Dillon, que aunque no esté lo suficientemente aprovechada al menos enseña sus tetas de bávara.

Ilona Grübel a punto de trincarse a Dillon

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