jueves, 4 de agosto de 2011

"El Ansia": Catherine Deneuve se lo monta con Susan Sarandon

En 1983 Ridley Scott ya era un director consolidado en el mercado del cine internacional que venía de estrenar su primer patinazo en taquilla pero que a la vez fue una de las obras cumbres de la historia del cine: "Blade Runner". Justo ese año su hermano menor, Tony (el cual se convertiría en uno de los mayores artificieros del cine comercial hollywoodiense de finales de siglo), se estrenaría en Hollywood con "El Ansia".

La principal baza del film fue su elegante y estilizada puesta en escena (uno de los detalles preponderantes en las películas de su hermano mayor), a la cual da la impresión de que se le dio mayor importancia que al tratamiento de un guión con una historia interesante pero, por momentos, desaprovechada. Y es que, probablemente (bajo la alargada sombra de su hermano), Tony Scott pretendiera crear una obra que sentase cátedra en cuanto a estética al igual que había conseguido su consanguíneo, pero, finalmente, por desgracia el film careció de la profundidad y grandeza de títulos como "Los duelistas", "Alien" o "Blade Runner".

Bowie y Deneuve: Fascinante pareja protagonista

No obstante, la película cuenta con detalles muy interesantes: a parte de la estética y la solemne puesta en escena también destacan los efectos especiales y de maquillaje (sobre todo en la secuencia de envejecimiento del personaje que interpreta David Bowie), y escenas brutales como ese inicio con la actuación de los Bauhaus interpretando "Bela Lugosi's dead" (que termina con un mono de laboratorio devorando a otro), sin olvidarnos de su argumento, una historia sobre la perversión y la eternidad jugosa y fascinante (una mujer vampirizada colecciona amantes y se adueña de sus almas desde tiempos inmemoriales), a la que sin embargo no termina de sacársele el suficiente partido en su guión, el cual llega a chirriar con ese final a medio camino entre lo aberrante y lo autocomplaciente (¿era necesaria esa secuencia final a modo de venganza (tan propia de la filosofía made in USA) por parte del personaje de Susan Sarandon?).

Pero si el film pasará a la historia no es tanto por ser el primer largo de Tony Scott sino por su glamouroso trío protagonista: David Bowie y Catherine Deneuve, en el colmo de la elegancia chic, empujando al abismo a una sexy Susan Sarandon con el pelo corto; y si la película nos ha dejado una escena mítica y legendaria, es sin duda la de la vampirización de Susan Sarandon, en la que la Deneuve le echa un precioso polvazo (al son de "El dúo de las flores" de Léo Delibes) dominando la situación como una loba mientras la Sarandon se deja llevar como una perra (momento épico del cine de los 80's!). Por otra parte, como detalle curioso del reparto (aunque no tenga nada que ver con lo que estoy comentando), comentar la brevísima aparición de un joven Willem Dafoe al que si os fijáis podréis ver en dos planos del film.

Capturas de la elegante escena lésbica entre la Deneuve y la Sarandon

Aparición de un desconocido Willem Dafoe

En fin, un título mítico a la par que fallido con ideas muy interesantes que por momentos caen en el delirio. Por fortuna para su carrera, Tony Scott se adentraría en otros derroteros dentro del cine comercial donde se desenvolvería mejor y crearía un sello personal, con su particular estilo visual y montaje videoclipero, que le reportaría buenos resultados en taquilla.

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